



La capital musical de Venezuela se rindió a la nostalgia y el talento el pasado 29 de agosto, cuando Jeremías presentó su concierto "Íntimo" en Barquisimeto. Lejos de la grandilocuencia de los grandes escenarios, el artista venezolano eligió un formato cercano que se sintió como una conversación a corazón abierto con su público. Desde el primer acorde, la atmósfera se cargó de calidez; las luces tenues y la disposición reducida de los músicos crearon el ambiente perfecto para que la audiencia se conectara con la lírica profunda y la voz inconfundible del cantautor. La velada fue una celebración de la poesía hecha canción, un recordatorio de por qué su música ha acompañado a varias generaciones.
​
El repertorio de la noche fue un viaje cronológico por su aclamada discografía. Canciones emblemáticas como "Poco a poco," "Desde que no estás" y la poderosa "La Cuerda Floja" cobraron nueva vida gracias a los arreglos acústicos, que destacaron aún más la complejidad de sus letras y la maestría de su ejecución. Jeremías, interactuando constantemente con los presentes, compartió anécdotas detrás de sus composiciones, haciendo que cada tema se sintiera fresco y personal. Este ejercicio de intimidad no solo demostró la vigencia de su catálogo musical, sino también su habilidad para mantener una conexión genuina y honesta con la fanaticada larense, que coreó cada verso con fervor.
​
Al finalizar, el aplauso no fue solo para el músico que estaba en el escenario, sino para el poeta que regresaba a casa. El concierto "Íntimo" de Jeremías fue una experiencia emotiva que trascendió el simple espectáculo, consolidándose como un encuentro musical necesario que reafirma el profundo vínculo entre el artista y su tierra. Fue una noche que dejó en el aire la certeza de que la buena música, ejecutada con pasión y honestidad, siempre encontrará el camino de regreso al corazón del público.